La fuerza centrífuga de la poeta dibuja, a través de la solidaridad femenina, una danza urdida por la lógica de los sueños, que traza circuitos subterráneos a través de la palabra y el sonido, “apuntes para pequeños ruidos, personajes, réplicas, dibujos de edificios mentales e instrumentos musicales absurdos. Nada, en síntesis, que pertenezca al Libro de la Realidad” (“Inspección ocular…”).
No emplea la argentina María Negroni (Rosario, 1951) el lenguaje para posar, sobresaltarnos o reinventarse. Las palabras son viejas compañeras, amigas hasta el final. Los sencillos acordes del compositor francés Erik Satie (Honfleur 1866 – París 1925) son la base de las complejas canciones del poemario Objeto Satie (Caja Negra editora, 2018).
Mi reseña del poemario de Negroni en Le Monde diplomatique de abril de 2019, periódico mensual de información y análisis internacional, artículos inéditos sobre un conflicto, un continente o una región, una cuestión económica, cultural o de sociedad, un periodo histórico, etc. Además, todo esto se completa con indicaciones cronológicas y bibliográficas, cartografías y gráficos, y por último, una ilustración original. Cien páginas pedagógicas y documentales que están disponibles en quioscos y a través de la suscripción.